La desintegracion social en Colombia "Se estan gestando dos subculturas"

La falta de dirigentes en un país se hace tanto más evidente cuanto más abultados y complejos son los problemas con que se enfrenta la sociedad. Estos, por ser protuberantes, no se pueden eludir y por ser complejos desenmascaran la ineptitud de los dirigentes, no sólo para resolverlos sino hasta para tratar de ellos.

En los últimos días el despliegue verbal de nuestros dirigentes y de nuestros periódicos ha constituido un verdadero espectáculo de incontinencia, de falta de realismo, de ignorancia y, por tanto, de irresponsabilidad. Los fuegos fatuos de la elocuencia tropicalista hacen recordar, dentro de un cuadro cultural distinto, aquellas Cortes decadentes del Re-nacimiento, donde los dirigentes realizaban juegos florales, charadas y pantomimas, mientras el pueblo se debatía en la miseria. Guando despertaron de este marasmo irresponsable, se encontraron ante el cadalso.

La batalla verbal se ha centrado en torno de tres temas, tratados con la superficialidad que caracteriza a una clase en decadencia: la violencia, los grupos de presión y el cambio de estructuras.

No es posible exigir hoy a un político que sea un especialista pero tampoco permitir que trate los temas con total irresponsabilidad intelectual.

Por lo menos debe exigírsele que se asesore de un técnico o de un libro por lo menos de un diccionario.

UN SINTOMA COMPLEJO

La violencia es un síntoma muy complejo. Sociólogos, psicólogos, criminólogos lo han tratado desde hace varios lustros y han realizado al respecto investigaciones de valor científico diverso. La violencia es el síntoma complejo de una situación social, que no se puede explicar sino en función de una pluralidad de factores. Nuestros dirigentes lo manejan en la teoría y en la práctica con excesivo simplismo. Se dogmatiza sin fundamentación. Cuando aparece un estudio o un ensayo que aunque sin ser perfecto tiende por lo menos a ser científico, se lo juzga a base de una politiquería sentimentaloide y anacrónica. Cuando se habla de "grupos de presión" ni siquiera se consulta un diccionario de sociología. Ni se sabe el sentido de la expresión. Se toma como termino marxista o como "slogan" de combate y se habla de los grupos de presión para defender o para atacar; nunca para analizar ni para remediar.

Las "reformas de estructura" no se precisan ni se definen. Comienzan a entrar dentro de una jerga demagógica como entró la palabra "oligarquía" o la expresión "restauración moral de la Republica". Como no se precisan los fines ni tampoco los medios, nuestra política sigue girando en torno de un verbalismo anticientífico, carente de seriedad y realismo.

LAS DOS SUBCULTURAS

¿Cómo explicar la actitud irresponsable de quienes tienen la obligación de solucionar los problemas inaplazables?

Es posible que en Colombia se estén gestando dos subculturas cada vez más disímiles, independientes y antagónicas. La de una clase alfabeta, con un ingreso superior a los U.S. $3,000.00 anuales per Cápita, con hábitos de consumo industrial. Ella representa aproximadamente un 15% de nuestra población. La otra, más o menos analfabeta, de costumbres rurales, posee una subcultura arcaica y está constituida por el 85% restante.

Cada una tiene sistemas de valores, de conducta y de actitudes diferentes, que comienzan a ser antag6nicos y entre los cuales se está cerrando toda comunicación posible.

DIFERENTES SIGNIFICADOS

Las mismas expresiones tienen significación diferente para cada clase. El siguiente cuadro es una hipótesis que podría demostrarse por una investigación directa.

 

Expresiones

Para la clase alta

Para la clase baja

Oligarquía

Insulto

Privilegio

Violencia

Bandolerismo

Inconformismo

Grupos de presión

Casta Selecta

Explotadores

Revolución

Subversión inmoral

Cambio Constructivo

Cambio de estructura

Revolución

Cambios fundamentales

Reforma Agraria

Expropiación indebida

Adquisición de tierra por los pobres.

Partidos Políticos

Agrupaciones Políticas Democráticas

Oligarquías

Sensibilidad Social

Actitud Popular

Paternalismo

Prensa

4º. Poder

"Gran prensa"

Mano Negra

Centro de Estudios y Acción Social

Sociedad Secreta Macartista

Sindicalismo

Lucha de clases

Reivindicación

Acción Comunal

Solución "Pacífica"

Organización Local

Izquierda

Subversión

Inconformismo

Comunismo

Delito

Revolución

Capitalismo

Sistema Económico

Explotación

Imperialismo

Slogan Marxista

Influencia "Gringa"

Fidel Castro

Líder Comunista

Jefe Revolucionario

Devaluación

Medida Económica

Miseria

Frente Nacional

Política de Convivencia

Unión de las Oligarquías

Alianza para el Progreso

Ayuda Norteamericana

Imperialismo

Iglesia

Institución para el orden

Fuerza Reaccionaria

Ejército

Fuerza temida y utilizable

Violencia

Burocracia

Administración

Parásitos del estado

Parlamento

Democracia

Parásitos del pueblo

Pacificación

Represión de los delincuentes

Muerte de Guerrilleros

Cuerpos de Paz

Voluntarios Altruistas

Turistas o espías

 

La lista no deja de ser arbitraria y podría hacerse interminable. Sin embargo, indica cómo pueden polarizarse los valores de las dos clases.

Por otra parte, los sistemas de comunicación entre ellas Se hacen cada vez más precarios, puesto que la ausencia de un lenguaje común imposibilita el diálogo. La falta de diálogo engendra la incomprensión. Cuando surge una barrera cultural de está índole no basta el simple sentido común para franquearla. Es necesario establecer contactos reales para reestablecer el diálogo. Dichos contactos pueden ser de diversa índole; dentro de los principales medios para efectuarlos está la observación participante y la investigación científica. Desgraciadamente ni una, ni otra clase están en capacidad de emplear estos medios. La clase baja, por falta de acceso a las clases altas y por falta de instrucción. La clase alta por aislamiento y por superficialidad en los análisis. Aislamiento consciente o inconsciente. Aun los que recorren el país por motivos políticos, técnicos u otros, son acogidos por el circulo local de incondicionales, aislándose del contacto eventual con los voceros de la clase baja. Sin embargo, paulatinamente, la clase popular colombiana ha ido renunciando a! lenguaje y ya no entiende sino el de los hechos. Algunos jefes políticos lo han comprendido así y en sus campañas presentan hechos pasados. Sin embargo, la abstención electoral de las recientes elecciones demuestra el escepticismo de muchos colombianos. Es muy probable que entre los inconformistas no haya orientación positiva.

FRENTE UNIDO

Mientras los lideres populares no acuerden un frente unido que descarte los personalismos que los hacen tan sospechosos ante el pueblo, la clase popular no marchará si no se acaba la palabrería izquierdista que es casi tan fatua como la de nuestra clase dirigente. Solamente los hechos serán capaces de anular esa clase baja para constituirla en un grupo de presión mayoritario. Un grupo que presione con los hechos y haga entender a los dirigentes actuales lo que no han podido captar por falta de realismo, de técnica, de responsabilidad y, sobre todo, por falta de diálogo. Grupo que presione para que la clase dirigente tome contacto real con la clase popular. Para que se sirvan de la asesoría de los que tratan de estudiar científicamente las actitudes, los valores, las significaciones, las instituciones de la clase baja. Este contacto y está asesoría son prerrequisitos indispensables para que se tenga conciencia de la diferencia de lenguaje y de cultura y para que se supere esa diferencia, estableciendo así un lenguaje común, base insustituible para poder solucionar los problemas de las mayorías, por esas minorías que hoy tienen la responsabilidad del poder.

Cancionero