26/8/16.- Un día como hoy, en 1965, Camilo Torres puso en marcha la primera edición del periódico de agitación política más importante de la historia de Colombia. Para conmemorar ese hito de la prensa alternativa, Lanzas y Letras publica las 13 ediciones*
“El 26 de agosto saldrá un periódico que se llamará Frente Unido,
que será destinado a la clase popular y tendrá que ser financiado por ella
porque la oligarquía no va a financiar un periódico que esté destinado a derrotarla.
(…) Tenemos que lograr que este periódico vaya a la base”.
Camilo Torres, discurso en Barranquilla[1]
Por Pablo Solana**. Cincuenta mil ejemplares se agotaron durante las primeras horas de aquel jueves 26 de agosto, superando todas las expectativas iniciales. Pero “el periódico de la revolución”, como lo llamaba Camilo, debía estar preparado para responder al interés popular: esa misma tarde se puso en rotativas otra tirada similar2, para que los nuevos ejemplares esta vez sí alcanzaran para distribuirse en todo el país.
1965 fue un año de vértigo para la fugaz e intensa labor política del “Padre Camilo”. El 22 de mayo había nacido formalmente el Frente Unido como movimiento social y político con el objetivo de reunir a diversas tendencias de la izquierda. Desde entonces, Camilo recorrió pueblos y ciudades, participó en conferencias y mítines callejeros, desde donde cuestionaba al régimen de las elites oligárquicas y agitaba la necesidad de la revolución. Entre marzo y octubre de ese año, se calcula en más de medio millón la personas asistentes a su convocatorias.
Para ese entonces, ya había quedado atrás su época de profesor y cofundador de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, etapa que transitó de la mano de su compañero y amigo, el maestro Orlando Fals Borda. En su ensayo “Elementos ideológicos en el Frente Unido de Camilo Torres, ayer y hoy”, escrito en 2006, Fals caracteriza aquella apuesta política: “[Camilo] creó el Frente Unido como un aparato político que él denominó ´pluralista´. En esta forma logró armar una nueva utopía para el país. Esta utopía tenía ingredientes especiales, como aquellos derivados de convicciones religiosas y del examen de la realidad nacional y de las revoluciones latinoamericanas contemporáneas, en especial la cubana; pero en el fondo era una reiteración de ideas socialistas conocidas”3.
Tan ambicioso proyecto iba a necesitar una estrategia comunicacional jerarquizada. Si bien la televisión había llegado a Colombia una década atrás, no era una opción al alcance de una fuerza popular. Las radios eran más permeables, y la febril actividad de Camilo durante aquellos tiempos ya lograba verse reflejada en los informativos de la época. Pero el Frente Unido iba a necesitar no sólo informar, sino además “enseñar, esclarecer, organizar”. Así surgió la idea del periódico.
Inspiración leninista y autogestión popular
“Aparece los jueves” rezaba el afiche de difusión del periódico, y así sucedió durante los primeros diez ejemplares. Desde la primera edición hasta el 28 de octubre, cada semana se distribuían los 50.000 ejemplares de rigor.
Es sabido que en octubre de ese año Camilo decide su incorporación a las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras los hostigamientos permanentes que sufría por su activismo, muchos de los cuales reflejan las mismas páginas del periódico. A partir de la ausencia de Camilo, el semanario (al igual que el Frente Unido como proyecto político) tendrá dificultades para su continuidad. Los números siguientes salen en forma irregular, hasta el 9 de diciembre en que se publica la última edición.
En una de las notas en que el periódico habla de sí mismo, explicando su sentido y utilidad, se reconoce la concepción leninista que constituye una de las vertientes en que se inspira. En el número 13, del 25 de noviembre, la referencia al rol que dio al a prensa revolucionaria el líder de la revolución bolchevique es explícita:
Lenin decía que ´el periódico es el arma más aguda de nuestro partido´, refiriéndose a Pravda, el periódico que él había fundado poco tiempo antes de la victoriosa revolución de octubre. Esta frase del gran revolucionario nos viene a la memoria a propósito de nuestro propio órgano de expresión, FRENTE UNIDO, el hilo conductor fundado por Camilo para unir en un propósito común y en un mismo esfuerzo a todos lo que militamos en el Frente Unido (…) A través del periódico se enseña, se esclarece, se organiza, se dan motivos, consignas y denuncias y, en fin, se vive la plenitud de la lucha. Sin el periódico estaríamos mudos, aislados, dispersos, incomunicados”.
Esta definición está implícitamente presente desde la primera página de la primera edición, en la que se apela al compromiso y apoyo del pueblo para sostener la iniciativa. La vocación autogestiva sería una marca de identidad del periódico. Que cada ejemplar no se regalara sino se vendiera (a un bajo costo, accesible para las personas comunes del pueblo), era parte de la pedagogía popular que caracterizó aquella apuesta. En el número 1 se explica, en una nota de tapa:
“El esfuerzo que supone el sostenimiento de un semanario como Frente Unido debe comprometernos por igual. A usted y a nosotros… Un periódico cuyo compromiso es con la verdad, -verdad en busca de una Colombia realmente justa, porque se base en la unidad activa de su pueblo-, es en esencia, la voz de los hombres sin voz. Esto conlleva riesgos. El primero: el asedio económico. Es así como Frente Unido está en sus manos… El precio de $1 por ejemplar es apenas suficiente para cubrir costos mínimos. Pero ésta será apenas la primera contribución suya a Frente Unido. Esperamos su apoyo porque será aliento vital para esta publicación”.
La preocupación por lograr la “independencia que asegure su publicación permanente” se expresa de forma más contunende cuando, en el número 11, del 12 de noviembre, se convoca a realizar donaciones porque, como reza el título del breve artículo: ´Frente Unido debe tener su propia imprenta´. Allí se propone la puesta en venta de un bono, que “no tiene un valor determinado con el objeto de que cada revolucionario, de acuerdo a sus posibilidades económicas, contribuya con su pequeña donación a que el periódico del pueblo revolucionario pueda gozar de una independencia que asegure su publicación permanente, pues hemos visto cómo las herramientas de la oligarquía presionan paulatinamente su extinción, en una u otra forma (…) Seguros de que este llamamiento a la solidaridad con la causa revolucionaria tendrá acogida en el pueblo colombiano, esperamos que para un futuro muy próximo pueda contar el pueblo con sus propias herramientas de trabajo”.
Contra los medios hegemónicos: “el pueblo hará justicia con su propia mano”
De la mano de la insistencia por el desarrollo de “las propias herramientas de trabajo” del pueblo, va la confrontación directa con los medios hegemónicos. En el número 6 del 30 de septiembre la nota central de tapa se titula “Nueva amenaza contra la libertad de prensa”; y relata las presiones que recibe el semanario por sus denuncias que los grandes medios ocultan; pero la línea de acción de mayor contundencia la marca el titular de tapa del número 7 (primer jueves de octubre), a cuatro columnas. Allí el Frente Unido convoca a un “Boicot a ´El Tiempo´del 6 al 12 de octubre”. La nota explica: “Por petición de los comandos del FU del pueblo se ha decidido no comprar El Tiempo y destruir cualquier ejemplar que llegue a manos de los colombianos patriotas”; el motivo: “la ausencia de sanciones legales en contra de los periódicos de la oligarquía, la impunidad de las calumnias de la gran prensa, la indiferencia de El Tiempo por su pérdida de popularidad ante la clase popular”… Ante ello, propone Frente Unido,“El pueblo colombiano hará justicia con su propia mano, castigando al periódico más oligarca, más calumniador y más arbitrario en aquello que más puede dolerle: afectándole el bolsillo”.
Existencia efímera, legado perdurable
En las páginas de las trece ediciones pueden encontrarse los influyentes Mensajes de Camilo (a los cristianos, padres de familia, comunistas, mujeres, sindicalistas, campesinos,estudiantes, desempleados, militares, presos políticos); la plataforma del Frente Unido; recurrentes denuncias de las persecuciones que ya padecía Camilo por entonces; crónicas de los mítines, paros y movilizaciones que se extendían por el país; análisis sobre América Latina y Vietnam; ensayos sociológicos y religiosos; y las “instrucciones a los Comandos de Base”, con las que se orientaba a la militancia a jugar un rol claramente organizador del pueblo para la revolución.
La pregunta sobre los motivos por los cuales la experiencia del Frente Unido no sobrevivió más allá de 1965 requiere análisis políticos e históricos que exeden este artículo. Algunos elementos para produndizar al respecto pueden encontrarse en el ensayo “El Frente Unido y los no alineados”, del investigador Héctor León Moncayo4. Allí el académico identifica una editorial, la del número 8, del mese de octubre, en la que el propio Camilo Torres, afirma, tal vez a modo de despedida: “Lo importante es que la clase popular colombiana siga siempre adelante sin dar un paso atrás, a pesar de las defecciones, a pesar de los falsos rumores, a pesar de las traiciones. La decisión de los pobres que no quieren que sus hijos los acusen en el futuro de haber traicionado su vocación histórica y revolucionaria, será la que defina la situación. Ellos pueden saber que yo iré hasta las últimas consecuencias y que si solamente queda conmigo un puñado de hombres decididos, con ellos seguiremos la lucha”.
Concluye Moncayo: “Algunos insisten en que el Frente Unido se acabó porque Camilo Torres decidió incorporarse a la guerrilla del ELN; pero es al contrario, cuando Camilo se fue a las montañas ya el Frente Unido había firmado su acta de defunción”.
Más allá de las limitaciones políticas del Frente Unido, la experiencia del periódico tiene un valor en sí mismo. Aún hoy, al hojear sus páginas podemos encontrar un un estilo, una pasión por los intereses populares y una inconfundible intencionalidad de cambio que bien pueden iluminar debates actuales. Después de todo, aquel objetivo que se planteaba Camilo cuando reclamaba una imprenta propia para el periódico (“que el pueblo pueda contar con sus propias herramientas”), en escencia, sigue siendo el mismo desafío que transitamos hoy quienes hacemos comunicación popular.
Del libro El Revolucionario Sonriente, Nicolás Herrera y Lorena López Guzmán, La Fogata Editorial, 2016 Notas:
1. Agitación y educación política del semanario Frente Unido. Por José Abelardo Díaz Jaramillo, Periódico Periferia n° 114, febrero-marzo 2016
2. Elementos ideológicos en el frente unido de Camilo Torres, ayer y hoy. Orlando Fals Borda, 2016.
3. El Frente Unido y los no alineados. Por Héctor León Moncayo. Periódico Desde Abajo n° 226, julio 2016.
– – –
* La colección completa del periódico Frente Unido se puede consultar en el fondo que Orlando Fals Borda donó al Archivo General de la Universidad Nacional.
** Pablo Solana es miembro del Equipo Editor de Lanzas y Letras, integrante del Instituto José Martí de Bogotá – Escuela Nacional Orlando Fals Borda – Colombia.