Colombia camina firmemente hacia la ansiada pacificación

El padre jesuita Francisco de Roux es una de las pocas personas que puede hablar con autoridad real acerca de temas de paz, guerra y construcción de un escenario de reconciliación en la malograda Colombia. 


El trabajo que realiza desde hace años por llevar la misericordia, encargado por el Dios de Jesús, ha hecho que este jesuita se afirme en la postura que la guerra es una negatividad categorial y existencial, por lo cual la paz es el camino del futuro para la humanidad.

Como miembro de la compañía de Jesús, el padre Francisco de Roux es un hombre académico, de profundos conocimientos en teología, filosofía, latín y todas aquellas cosas en las que los miembros de la comunidad jesuita se preparan, lo que los ha llevado a convertirse en una de las comunidades religiosas más sólidas del mundo.

Los sectores más radicales de la derecha colombiana han tildado De Roux de ser un agente castrochavista, pero él con voz firme indica que esos calificativos provienen de los “amigos de la guerra” y que cualquier otro epíteto que reciba no lo amedrentan porque está convencido que continuará trabajando hasta lograr que Colombia consiga su anhelada paz.

El padre De Roux estuvo en Cochabamba y en un encuentro en Los Tiempos indicó que en Colombia todavía queda mucho por hacer hasta consolidar la paz, pero que este proceso es irreversible.

Los Tiempos (LT): Padre Francisco, la pregunta inevitable, ¿llega la paz a Colombia?

Francisco de Roux (FDR): Estoy convencido que Colombia está en un proceso irreversible para sacar definitivamente las armas de la política y que la paz política llegará a Colombia. Al mismo tiempo, estoy convencido de que las tareas que tenemos por delante son todavía muy grandes, tanto para consolidar el proceso con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como para empezar la mesa pública de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

LT: Hay todavía una polarización en el país. ¿Cómo se puede manejar esta situación?

FDR: Hay una polarización muy fuerte, de tipo político y creo que su manejo tiene que hacerse desde una perspectiva mayor, con una intervención de ética pública de valores donde elementos como la reconciliación, aceptación de los distintos puntos de vista, la posibilidad de perdón son esenciales. Meramente una solución política yo no lo veo.

LT: ¿En la clase política faltan estos valores?

FDR: Faltan y además tendría que explicar lo siguiente: los que hemos estado metidos en esto durante años y nos ha tocado ver morir a mucha gente y grandes desplazamientos, expropiación de tierras de los campesinos y el problema del narcotráfico metido en estas cosas y la relación de los paramilitares, pues estamos convencidos que el campo de la paz en una situación como la de Colombia es ante todo un campo de orden espiritual. Quiero ser muy claro en esto. Están en juego valores fundamentales para la conformación de una comunidad nacional. Mi sentir es que el liderazgo espiritual que necesita el país ante una confrontación tan dura, estamos hablando de 8 millones de muertes, nunca fue suficientemente unido ni explícito. De suerte que ese campo de tipo ético público quedó en manos de los políticos y quisiera ser en ese punto muy preciso. El campo ético o la paz como valor ético en que se juegan cosas como el respeto a la vida humana, como la verdad en las cosas fundamentales es siempre un ejercicio de valores en el que todos ganamos y que es importante para todos.

Cuando ese espacio se deja vacío es ocupado inmediatamente por la política y el campo de la política casi por definición es el campo donde no hay gratuidad, donde todo lo que usted gana yo lo pierdo. Cuando la paz se vuelve un punto de debate político entonces las divisiones se profundizan, más en la historia colombiana cuando hay contraposiciones muy fuertes como en esta ocasión entre el expresidente Álvaro Uribe y el actual mandatario Juan Manuel Santos.

LT: ¿Usted considera que el uribismo vaya a ceder espacios ante esta nueva realidad que hay en el país?

FRD: Creo que el uribismo mantendrá una posición política dura hasta las elecciones de 2018. Ya Colombia entró en campaña y para el uribismo la oposición al proceso de paz actual es una necesidad para convocar al país a volver a tomar la presidencia de la República. Entonces va a jugar en el campo de lo político. Considero que ellos no están en contra de la paz, sino que están convencidos que la paz la deben hacer ellos y no su opositor político. Es paradójico porque el proceso ha sido extraordinariamente riguroso y ha incorporado experiencias que se ganaron durante el proceso del uribismo que también trabajó por la paz y las críticas que el uribismo le puso al proceso y a los acuerdos.

LT: Durante 2017 las FARC van a formar el partido político que les permitirán presentarse en los comicios presidenciales del próximo año.

FRD: Si. Se formará un movimiento político. Todavía no sabemos el nombre que se le pondrá a ese movimiento, pero ese movimiento hará alianzas. Yo no creo que se presenten solos. Ellos han hablado de alianzas en la búsqueda de candidato de transición. Las FARC convertidos en partido político tienen pocas probabilidades de tener un éxito significativo en el país.

Porque si bien son reconocidos en los lugares sobre todo donde actuaron tradicionalmente en general en la mayoría de los colombianos hay una reacción de no aceptación a las FARC como propuesta política, pero si aceptación en el sentido de que queremos que dejen las armas y que participen en la vida política. Pero la posibilidad de que ellos alcancen una gran escala en el reconocimiento político es relativamente baja, por eso se aliarán con otros.

LT:¿Con quiénes?

FDR: Es muy posible con los partidos que conforman la izquierda colombiana. La oposición política que paradójicamente está a favor de la paz, aunque en otras cosas se oponen al presidente Santos como la Unión Patriótica, la Marcha Patriótica, el Polo Democrático y otros sectores como posiblemente el Partido Liberal.

LT: De hecho si no llegan a la presidencia personas como Iván Márquez ocuparían escaños en el Parlamento.

FDR: Por los acuerdos firmados ellos tienen curules ganados tanto en la Cámara como en el Senado los cuales acceden independientemente a los resultados de las elecciones, ellos tienen cinco cupos en cada una de las Cámaras y por supuesto que en las alianzas que se vayan a presentar algunos nombres de ellos serán presentados para el Congreso colombiano y la Cámara de Representantes.

EL ELN DIALOGARÁ

LT: Pero no sólo las FARC preocupan a los colombianos, sino también el ELN, quienes iniciarán las negociaciones con el Gobierno.

FDR: En términos de eficacia militar y de capacidad de desestabilización del país, el ELN es más frágil que las FARC. La FARC es una guerrilla que obligó al país hacer un gasto militar anual del orden de los 10.000 millones de dólares. El ELN desde el punto de vista militar es inferior a las FARC, pero es superior a las FARC desde el punto de vista político. Tiene expresiones políticas en la clandestinidad y en formas organizativas que no se presentan a elecciones porque tradicionalmente han llamado a la abstención desde los tiempos del padre Camilo Torres con su famosa declaratoria “El pueblo unido no vota, se organiza y lucha”.

En el ELN hay una fuerza política grande con una línea marxista leninista y con esta impronta absolutamente vertical, muy disciplinado en sus cuadros. El ELN es más una especie de organización de grupos bajo una disciplina y una ideología socialista-cristiana, donde el debate es duro dentro los mismos integrantes y eso hace que todavía no hayan empezado las negociaciones con el Gobierno. Las FARC, en cambio, tienen un secretariado que es el que define lo que se hace y todo el mundo obedece. No se pondrá la mesa de diálogo, pero si se iniciará una conversación para que la mesa sea posible.

LT: ¿La paz que se consiga en Colombia será un ejemplo para el mundo?

FDR: La propuesta de solución jurídica que logra articularse en Colombia es muy seria y es reconocida internacionalmente como un avance jurídico en los procesos internacionales para los procesos de conflictos armados porque lo hemos llamado la justicia transicional y restaurativa. Tiene mucho apoyo de las cortes internacionales de tal suerte que no quede esos favores de impunidad que quedaron en El Salvador, Guatemala o Sudáfrica. Todo esto se incorporó, los expertos de esos conflictos fueron llevados a Colombia para que nos ayudaran a pensar lo que pasó en Irlanda del Norte de tal manera que se lo tome en cuenta.

[FUENTE: http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/mundo/20170116/colombia-camina-firmemente-hacia-la-ansiada_83965_147890.html]

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