Mensaje a los militares

Después de haber experimentado en la ciudad de Girardot el poder que tenían 40 hombres armados y disciplinados contra una multitud de 4.000 personas, he tomado la decisión de hacer un llamamiento vehemente a las fuerzas armadas de Colombia para que tomen conciencia del momento histórico que estamos viviendo y que se decidan a planificar desde ahora las formas como deberán participar en la lucha revolucionaria.


En varias ocasiones he visto a campesinos y obreros uniformados dentro de los cuales nunca he encontrado elementos de la clase dirigente, golpear y perseguir a campesinos, obreros y estudiantes que representan a la mayoría de los colombianos. Ni dentro de los suboficiales, ni dentro de los oficiales, con raras excepciones, he encontrado a miembros de la oligarquía. Todo el que contemple el contraste de las mayorías colombianas clamando por la revolución y unas pequeñas minorías militares reprimiendo al pueblo para proteger a unas pocas familias privilegiadas tiene que preguntarse por las razones que inducen a estos elementos del pueblo a perseguir a sus semejantes.

No pueden ser las ventajas económicas. Todo el personal de las fuerzas armadas está muy mal pagado. A los militares no se les permite, en general, hacer estudios que les faciliten una vida fuera del ejército. Cuando llegan al grado de mayor tratan de comprar una casa de esquina para poner una tienda con la cual puedan subsistir en su retiro. He visto generales y coroneles consiguiendo puesto de profesor de educación física en colegios de segunda enseñanza y de vendedores de seguros. Los sueldos del personal en servicio activo son reducidos, pero los son más aún los del personal retirado. Este personal no recibe atención médica ni ninguna otra ventaja económica. Sin embargo sabemos que la tercera parte de nuestro presupuesto nacional está consagrado a las fuerzas armadas. Como es obvio el presupuesto de guerra no se consagra a pagar a los militares colombianos sino que se dedica a comprar la chatarra que nos venden los Estados Unidos, se dedica al mantenimiento de los elementos materiales, se dedica a alimentar la represión interna en la que los colombianos matan a sus propios hermanos.

Puede ser que el motivo para que los militares obren así sea la entrega a las leyes, a la constitución y a la Patria. Pero la Patria colombiana consiste principalmente en sus hombres y la mayoría de estos sufre y no disfruta del poder. La Constitución es violada constantemente al no dar trabajo, propiedad, ni libertad, ni participación en el poder a un pueblo que debe ser, de acuerdo con la Constitución, el que decida de los asuntos políticos en el país. La Constitución es violada cuando se mantiene un estado de sitio después de haber cesado las causas que fueron el pretexto para su declaración. Las leyes son violadas cuando se detiene a los ciudadanos sin orden de captura, cuando se retiene la correspondencia, cuando se impide transitar por las calles a los ciudadanos, cuando se controlan los teléfonos y se miente y se engaña para perseguir a los revolucionarios.

Quizás es necesario informar más a los militares sobre el lugar en donde está la patria, la constitución y las leyes, para que no crean que la patria está formada por las 24 familias que actualmente protegen, por quienes dan su sangre y de quienes reciben tan mala remuneración.

Quizás el motivo principal para que los militares continúen siendo el brazo armado de la oligarquía sea la falta de oportunidades en otros campos de la actividad humana que existe en Colombia. Los militares deben comprender que cuando triunfe la revolución se planificará la economía, se abrirán las escuelas, los colegios y las universidades a todos los colombianos, y no solamente ellos sino sus hijos tendrán la oportunidad de empleos remunerativos y de carreras liberales. Mientras perdure el enemigo reaccionario habrá un ejército no para la defensa de las minorías privilegiadas sino para la defensa del pueblo. Los sacrificios que se hagan entonces serán para construir la patria y no para destruirla.

El honor de las fuerzas armadas no será entonces mancillado por el capricho de la oligarquía y de los lacayos que tengan a su servicio las fuerzas armadas. No veremos más a generales de tres soles ser destituidos por haber hablado de reformas de estructura y de grupos de presión. No veremos más a generales que tienen un origen en la clase media echados por contrabandistas con escándalos públicos mientras que los superiores de la clase alta o relacionados con la oligarquía colombiana hacen un contrabando que logran mantener oculto, contrabando que va más directamente contra los intereses del país y contra la soberanía nacional.

Militares: el Frente Unido les promete unificar a la clase popular y organizarla para la toma del poder. No dejen de concurrir a la cita en el campo de batalla donde le daremos el golpe mortal a esa oligarquía que oprime a todos los colombianos, que los oprime a ustedes como nos oprime a nosotros.

Cancionero