Consignas

Consideramos como principal objetivo de la lucha revolucionaria la unión y la organización de la clase popular colombiana para la toma del poder. Apoyamos la unión en torno al espíritu y a las líneas generales de la plataforma del Frente Unido del Pueblo.


Propugnamos por una organización popular de abajo hacia arriba: de la vereda hacia el pueblo, del barrio hacia el centro, del campo a la ciudad. Para esto es necesario organizar a toda la clase popular colombiana en grupos de 5 ó 10, sin distinción entre alineados en partidos o movimientos de oposición y no alineados en estos grupos y movimientos, con la única condición de que acepten las líneas generales de la plataforma del Frente Unido de Pueblo.

La primera consigna para estos comandos de Frente Unido será la de discutir y divulgar la plataforma. La plataforma no ha sido entregada a los colombianos como un dogma o como un programa definitivo. Es una propuesta para ser discutida por la clase popular colombiana, para que esta lo discuta, la transforme, la amplíe ya que va a ser ella la que la aplicará cuando esté en el poder.

La segunda consigna es divulgar la plataforma por todos los medios: mandándola imprimir, por mimeógrafo, a maquina, a mano, gritándola por los campos y calles de Colombia, leyéndomela al oido del compatriota analfabeta.

La tercera consigna es organizar la distribución y financiación del periódico FRENTE UNIDO. La oligarquía no financiara ni distribuirá una publicación que esta destinada a acabar con ella, En un periódico revolucionario son más importantes las numerosas y pequeñas contribuciones de los pobres que los aportes impuros y sospechosos de los ricos.

El periódico cuesta un peso: el peso semanal de la revolución, algo menos que el valor de una cerveza, que se consagra no solamente a la financiación de la edición sino en la del aparato político mínimo y necesario para la toma del poder por parte de la clase popular.

El FRENTE UNIDO será como el hilo que unifique los comandos populares y cree una gran red que sustente toda la organización de la clase obrera y campesina.

La cuarta consigna será la de elegir los jefes de los comandos de veredas, comandos de fábricas, comandos de barrios, de municipios y de departamentos para que, al finalizar el año, podamos reunir una gran convención popular en Bogotá que elija un comando nacional de la revolución y determinar las tácticas a seguir para el asalto definitivo al poder.

A esta convención no deberán asistir los más poderosos, ni los más ricos, ni los más instruidos, ni lo de mejor familia, ni los caciques y gamonales tradicionales. A esta convención asistirán los débiles, los ignorantes, los imprudentes -según la oligarquía-, los que no son bien nacidos, los hambrientos, los mal vestidos, pero los que tienen el ideal de la revolución en sus conciencias y el fuego de la lucha por sus hermanos en sus corazones y en sus brazos.

Por ahora los comandos municipales, regionales y departamentales que se elijan serán comandos provisionales. En ellos participarán sin discriminación todos los colombianos a título eminentemente personal. Pueden ser representantes de gremios obreros, campesinos y estudiantiles, pueden ser del grupo de los no alineados. En los comandos provisionales del Frente Unido nadie será tenido en cuenta por lo que representa sino por lo que trabaje por la revolución. Por ahora la eficacia en la organización será probada con consignas emanadas del comité provisional que funciona a nivel nacional.

Cuando esté constituido el comando nacional del Frente Unido, como resultado de la convención popular en Bogotá, éste dará las consignas revolucionarias y determinará los pasos tácticos hacia la toma del poder por parte de la clase popular.

La toma del poder podrá ser repentina o progresiva. Todo depende de la unidad y organización de la clase popular por un lado y de la actitud beligerante o no de la oligarquía. La clase popular no decide sobre la vía para la toma del poder, ella ya ha decidido que lo ha de tomar tarde o temprano; la oligarquía es la que debe decidir como lo va a entregar.

Si lo entrega pacíficamente, la clase popular lo tomará pacíficamente. Si no lo quiere entregar sino por las malas, la clase popular lo tomará por las malas.

Por la unión de la clase popular, hasta la muerte.

Por la organización de la clase popular, hasta la muerte.

Por la toma del poder para la clase popular, hasta la muerte...

Cancionero